domingo, 7 de noviembre de 2010

VISITA A LA SALA DE LOS HORRORES

Los museos en esta ciudad son una buena alternativa de ocio (además social - ¡Díos mío, si hasta la jefatura se culturiza). Esta vez está programada una visita guiada por el escueto Modernismo Catalán que nos han ofrecido el MNAC. Para mi gusto es muy reducida y las obras destacadas son pocas. Siempre tiendo a la escultura y de mi agrado son las tres de Gargallo, muy en consonancia con su influencia de Rodin.

       Cuando se visita con otro personaje se aprovecha para ver otras salas y que se vaya "haciendo un cultureta", tal y como él mismo se define. Subes al primer piso y, yo ya estaba más que advertida, que la sala de la derecha, vade retro. Pero ahí va el culturetilla y, que no, que no, ... que ahí hay algo muy grande que ver y que deberíamos entrar. Me veo arrastrandolo, escaleras arriba, para que no se espante con la sala de los Carducho. Básicamente para que no quedara impresionado por la temática que allí se contenía. Pero no contaba con el balconet que daba a la sala de los horrores. Y allí se asomó el otro fascinado: "¡Hay que bajar inmediatamente, ...!". Vamos, que Halloween hace estragos. Una vez mirada la biografía de San Bruno,  creo que el "admirador" se pensará un poco el volver a la contemplación de los excelentes Carduchos.

Sólo una muestra el compendio "escalofriante" que este Museo de Belas Artes posee y añadir que el tamaño medio de los lienzos expuestos no caben en una casa, ni aún que sea grande: (3 m. x 3 m.). Vida y obras de San Bruno, fundador de los Cartujos.





Bruno significa: "fuerte como una coraza o armadura metálica" (Brunne, en alemán es coraza). Este hombre nace en  Colonia, Alemania, en el año 1030 y desde joven demostró poseer grandes cualidades intelectuales, y especialísimas aptitudes para dirigir espiritualmente a los demás. Sobre todo a los demás y a los 27 años era director espiritual de muchísimas personas importantes. Uno de sus dirigidos fue el futuro Papa Urbano II. Funda una orden y redacta para la misma un reglamento que es quizás el más severo que ha existido para una comunidad. Silencio perpetuo. Levantarse a media noche a rezar por más de una hora. A las 5:30 de la mañana ir otra vez a rezar a la capilla por otra hora, todo en coro. Lo mismo a mediodía y al atardecer. Nunca comer carne ni tomar licores. Recibir visitas solamente una vez por año. Dedicarse por varias horas al día al estudio o a labores manuales especialmente a copiar libros. Vivir totalmente incomunicados con el mundo... Es un reglamento propio para hombres que quieren hacer gran penitencia por los pecadores y llegar a un alto grado de santidad. 








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