lunes, 23 de noviembre de 2009

Si me coges y me sujetas entre tus brazos

mi piel soltará aromas que sólo tu olfato
seguirá hasta que definitivamente te duermas.

¿Estás seguro de que sólo mis besos
alimentarán tus noches sin sueño?

Llegará el momento en que no puedas
ver sin que mis ojos te vean,
y no podrás emitir sonidos,
sin que mi lengua te enrosque,
y no podrás andar,
sin que mi mano te alce.

Seguirás queriendo mi perfume
Porque sino se ahogarás respirando otro aire.

Y sólo mi mano quiere tener tu piel cerca
para que pueda seguir teniendo el sentido del tacto.

Y esto es incontestable.

jueves, 1 de octubre de 2009

"La alambrada ya colocada y sólo tenían que venir del taller de aluminios. Se sentía segura por fin. Los intrusos venideros encontrarían un gran portalón cerrado y esperaba con ello lograr la intimidad tan deseada hace años. Tantos familiares yendo y viniendo por el curvado camino de acceso habían acabado con su escasa paciencia. Y, por fín, sola.
Pensó que no necesitaba nada más que lo necesario para poder vivir. Abotonó su bata de invierno y entró. Ya empezaba sentir el hielo en su rostro. En la cocina sentado estaba su padre. El la miró a los ojos y supo que seguro iba a ser el siguiente. Aunque no perdía la esperanza de equivocarse. "

miércoles, 30 de septiembre de 2009

"Al ver aquella situación creada alrededor de tan insignificante hecho, la resolución más rápida y más efectiva sería no dar más pasos en falso. Era suficiente con no citar ni recordar en familia los hechos acaecidos. Pero, a veces, lo que uno piensa con la suficiente frialdad y diplomacia no resulta la lógica general.
Mucha gente es dada más al habla que al pensamiento en reflexión. Otra gente es más partidaria de la acción-reacción. Y de aquellos vientos llegaron unas terribles tempestades.
No tardaron en pasar las semanas cuando aparecieron los "profesionales" por el predio. Mediciones de aquí a allá, presupuestos de la más diversa índole,... Lo más urgente era, por supuesto, la instalación de una valla perimetral con su consiguiente portalón. Cercar la propiedad era cuestión de marcar la gran diferencia: a reina muerta, está la nueva reina ya en su trono.
Todos ya sabían que eso iba a suceder. Sólo era cuestión de ... tiempo y ... de que vinieran los "profesionales."

martes, 29 de septiembre de 2009

La primera en irse

"Vestimos las ropas que dejaste en tu no esperada ausencia y rellenamos la tumba con la mojada tierra que dejó la lluvia. Nunca había llovido como hasta entonces. Mojaba todo lo que alcanzaban nuestros tristes ojos y pensabamos que, tal vez, era así el destino que nos había tocado. Un destino triste y un destino húmedo. No sabíamos que esperar. Era como si el tiempo estuviese a nuestros pies aguardando a que le dejáramos ir. A su ritmo, segundo a segundo, dejando que un instante pasase a otro, sin que sucediese nada.
La muerte vino así. Sin que se contase con su visita. Sólo dejó que se pudiera asomar a la ventana para ver el pueblo a sus pies. Era un nuevo comienzo y, por fín, podría salir de aquella cárcel que tantos años la había acogido. Yo creo que sí sabía de su alegría por haber dejado la casa sin que nadie esperara ese desenlace. Uno no espera a ser mayor de edad para quedarse y tampoco se espera serlo cuando es necesario irse. Sin ser trágico fue inesperado y dejó un poso de incertidumbre. Y pensar que quería ser la última y sólo lo fue de su estirpe. En este caso le tocó ser la primera".

jueves, 24 de septiembre de 2009

Me han tragado sin masticarme apenas

Vomitas lo que no masticas,
lo que no saboreas,
lo que no aprecia tu frustrado gusto.
Voracidad material,
que atraganta al espiritu.
Ansiedad psicópata,
que no le duele el dolor del prójimo.
Avaricia letal,
que se alimenta de casi inertes cuerpos
cuya voluntad ya fue aniquilada.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Buscamos un olor con los ojos cerrados
que deja la memoria volar al recuerdo,
mas frágil es ésta pues sólo nos devuelve
aromas de niño, fragancias de azahar,
esencias y efímeros efluvios.
Tu no me hueles a lo ya conocido,
sólo disfrazas levemente con lavanda
el cansado cazador que ha andado
ya mucho camino, ya mucha vereda.
Pavorosamente gritan las neuronas
cuando la llamada del aullador se oye lejana
Esa naturaleza brava y constante que,
como vegetación espesa,
cierra sentidos, paraliza sentimientos
y deja que la mirada se vuelva.
Como la enfermedad que encuentra el banquete
en los seres débiles y faltos de energía,
y así como el deseo se establece en el cuerpo nervioso,
que anhela ser acariciado,
aparece la garra que encuentra el objeto presto de su pulsión.
Es devenir no creador, es agotamiento,
que deja inerte el espíritu en un volver al deceso
para intentar llegar al nacimiento
de una nueva idea, de un nuevo poema ....
Acabado y empezado, así ...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

TRITONES

"Sobre los tritones, los pescadores aseguran que no tienen una idea clara ni prueba evidente de su existencia, pero corre la leyenda muy difundida de que en el mar existen, ciertamente, algunos monstruos antropomorfos desde la cabeza a la cintura.
Dice Demóstrato, en su tratado sobre la pesca, que vio en Tanagra un tritón en conserva. Y añade que era semejante, en muchos aspectos, a los representados en estatuas y pinturas, pero su cabeza estaba tan estropeada por el tiempo y era tan borrosa, que no era fácil distinguirla y reconocerlas."

Historia de los animales
Claudio Eliano


domingo, 13 de septiembre de 2009

René Descartes

"El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones".
"Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino".

MUSAS

Despiertan y acuerdan
las musas tercas y arpías,
que nunca dejan de murmurar.
Ellas buscan y encuentran
jirones de almas rotas
para coser a sus alas.
Ellas traman y urden
tropelías inmunes a la justicia.
Ellas sólo descansan
en los oscuros huecos
de los abandonados huesos.
Ellas te buscan,
ellas te encuentran.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

NARCISO Y PSICÓPATA

El relato más conocido del mito de Narciso es el de Ovidio, de su tercer libro de Las Metamorfosis del año 43 AC. La tragedia comienza a gestarse ya desde la concepción del niño Narciso, puesto que él es producto de la violencia sexual. El dios-río Cefiso, después de raptar y violar a la náyade Liriope, engendró en ella a un joven de espléndida belleza, a quien dieron por nombre Narciso. Preguntado sobre si el recién nacido tendría una larga vida, Tiresias, el sabio capaz de predecir el futuro, contestó cripticamente «Sí, siempre y cuando nunca se conozca a sí mismo.»
A lo largo de su vida, Narciso, va a provocar en hombres y mujeres, mortales y dioses, grandes pasiones, a las cuales no responde por su incapacidad para amar y para reconocer al otro. Según el relato de Ovidio, entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de todo cuánto se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor por él, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando Narciso preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, él le gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor. Tentado por Afrodita, al contemplar su imagen en el espejo de la superficie del agua, sintió una fascinación por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No podía tocar ni abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía apartar su vista de él. En otra versión del mito, uno de los menospreciados por Narciso se queja a los dioses y Némesis, la diosa de la venganza, se encarga de castigar su orgullo.
De cualquier modo, Narciso, subyugado por la bella imagen de sí mismo que le devolvía el río, se retrajo de toda posible relación amorosa con otros seres, e incluso de atender sus propias necesidades básicas, y su cuerpo se fue consumiendo para terminar convertido en la flor narciso, una flor tan hermosa como maloliente. Mientras tanto, Eco, consumida de melancolía, se retiró a una cueva donde su cuerpo también se consumió, quedando de ella solo una voz sin forma que repite, en la lejanía, la última frase o sílaba que se pronuncie.
Rasgos de la personalidad narcisista
La personalidad narcisista se caracteriza por un patrón grandioso de vida, este se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro. Su visión de las cosas es el patrón al cual el mundo debe someterse. Para los narcisistas el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y adulación. Esta necesidad lo incapacita para poder reflexionar tranquilamente y valorar serenamente la realidad. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto al efecto teatral y reconocimiento externo de sus acciones, que en la eficacia real y utilidad de las mismas. En resumen, las personas narcisistas, aún cuando pueden poseer una aguda inteligencia, esta se haya obnubilada por esa visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento. Llama la atención, entonces, cómo muchas personas pudiendo ser exitosas, productivas y creativas, someten su vida a aduladoras mediocridades. Cuando los narcisistas ejercen posiciones de poder, se rodean de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otros, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino. Ellas, drogadas por su discurso auto-dirigido, no son capaces de reflexionar y escuchar lo que el mundo externo les grita.
En la otra cara de la moneda, la personalidad narcisista es, en sí misma, una forma de supervivencia. Hemos visto en el mito como Narciso es el producto de una acción terrible. La personalidad narcisista nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre y ella trasmite al hijo su resentimiento, su dolor, su rabia y su temor. Se refugia, el traumatizado, en su propia imagen de grandiosidad, ello le permite elevar su maltrecha auto-estima y sentirse un poco mejor consigo mismo. Su hambre insaciable de reconocimiento se asila en la admiración y la adulación de quienes lo circundan.
El narcisista es una persona que puede ser muy exitoso, en cuanto al brillo externo se refiere. Él no se plantea dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean estas brillantes o no. Así vemos como personas con una inteligencia mediocre y una cultura pobre, escalan posiciones sorprendentes, para ellos el recapacitar no existe. Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética. Estos últimos logran capitalizar a una horda de Narcisistas depresivos que creen, ingenuamente, en la verdad expresada por el pseudo-maestro. Ellos lo seguirán fielmente, no importa cuán errado esté:
"Sobre la pena duermo solo y uno, pena es mi paz y pena mi batalla, perro que ni me deja ni se calla, siempre a su dueño fiel pero importuno."
escribe Miguel Hernández, retratando esta suerte de personalidad del narcisista depresivo, siempre fiel, signada por la tristeza derrotada, que busca, con más ahínco que éxito, alguien en quién creer, alguien en quien confiar el remedio a sus miserias. De estas melancólicas soledades esperanzadas se nutre el Narcisismo. La simbiosis se completa con la satisfacción a medias, con un hueco de hambre y sed, que nunca se llega a colmar.
El recurso de la mitología nos brinda la imagen para la comprensión de la conducta y el mito de Narciso es concluyente en la terrible frase del oráculo: "El niño tendrá larga vida si nunca se observe a sí mismo." Así en la no reflexión es donde puede sobrevivir este personaje. Sin embargo, Narciso, en castigo a su ser desalmado, es transformado en una planta que da unas flores muy bellas, de olor nauseabundo, y estéril de fruto y nos dice el mito que en este tipo de personas hay, a pesar de su apariencia, algo que huele muy mal.

domingo, 23 de agosto de 2009

Respira silencio

Mi palabra anhela salir de la garganta
cuando hay experiencia y pensamiento sensible
y cuando percibo un mundo humano
que logra en mí un significado interior.
Es cuando la palabra hace eco.
Y callo para que el silencio
traiga al alma músicas, colores y formas.
Y lo busco para que argumentos y reflexiones afloren.
Vertebro mi nuevo ser,
que se transforma día a día
con su combinatorio juego de silencios y palabras.



domingo, 9 de agosto de 2009

Y ya no cultivaré más tu jardín,
pues las lluvias ya no llegan
a esta tierra seca y triste.
Cierra esa cancela y tira la llave
que el tren pasa y no hay andén.
Es el andar inútil de tus pisadas
cuya huella no se dibuja;
es tu ansioso aliento de soledad
el que no deja vaho en mi ventana;
es tu ensimismado silencio
que, frente a tu negro espejo,
busca sólo su propia imagen.

sábado, 6 de junio de 2009

DAFNE

"El hombre que ha sabido pintar los rasgos transparentes de Natacha o de Ana, parece, a simple vista, un agudo conocedor del carácter femenino. Sin embargo, los hombres y las mujeres somos distintos. Nosotros las necesitamos porque no sabemos amar sin ellas. Pero ellas aman el amor, se enamoran del amor, juegan al amor. Son como los astros, que cambian de color cuando pasan delante del Sol. Por eso sólo las hacemos felices cuando no pretendemos ser amados por ellas y las dejamos jugar a su amor. O quizás es que los hombres nos creemos cuadrados, rojos y azules, pero somos estechos y gris claro ...."

Así, Wiesenthal define a Tolstoi "uno de los más bellos personajes que ha dado el alma rusa, más contradictorio que Dostoievski, tan apasionado como Pushkin, tan humano como Gógol".


Al leer a Tolstoi se siente el torrente de cada frase girar en torno del ser que quiere describir.Escribe en la sensación de puntear un bordado de letras y ofrece el apresto necesario para que sea consistente. Leerlo da sensación de ligereza y de camino que se hace "allegro".


jueves, 28 de mayo de 2009

LAS CORRESPONDENCIAS VIRTUALES


"Concédame aunque sea un poquito de ese resplandor. Déjeme envidiarla. Saber envidiar lo que es bueno es mi única cualidad (...)"

Cuando encontré "Correspondencia" de Tolstoi en la biblioteca ya sabía que su lectura iba a ser muy gratificante. Sabía que se habían conservado más de 10.000 y que Acantilado publicaría una mínima parte. Pero las escogidas son toda una delicia para la vista. Entre ellas destaco las cartas de amor que escribió a Valeria Arsénieva y a su esposa Sofia Bers. Ahora ya es difícil encontrar alguien que escriba con ese nivel. En la actualidad ya no se escriben cartas de amor: sólo se chatea cuando se quiere hablar de .... "amor". Una vuelta por los chats descorazona a una persona que sea una enamorada del lenguaje, de las letras y del juego verbal . Banalidades, faltas ortográficas por doquier, estructuras sintácticas sin orden ni concierto, ... Absolutamente penoso. Y ¿así se pretende "enamorar", por decir algo, en este siglo XXI?, o ¿es que el concepto de amor tal como lo conociamos ha cambiado?

Recordé las primeras cartas de amor que recibí hace ya años y, fueron tan hermosas, que todavía las conservo. No era Tolstoi quien me escribía pero, en comparación, con lo que ahora se escribe en la virtualidad del tiempo, es lo que más se asemeja.

Un aviso a los navegantes: sois un tostonazo y no un tolstoiazo.

miércoles, 13 de mayo de 2009


MIS MANOS

Busco los harapos miserables que la vida

fue dejando tras nuestros pasos.


Y en mis manos ya son retazos

que se deshilacharon al aliento de mi boca.
Quizás los suaves tejidos no quisieron

dejar que el peso de nuestras manos
quitaran las minúsculas motas

de amor que allí se depositaron.

Me dejo caer, libremente,

sobre un triste lecho sin calor alguno

y mis ojos miran a lo alto, sin detenerse.

Sólo azul ... sólo un breve blanco...


martes, 5 de mayo de 2009

ACIDO SULFÚRICO

Hace años, cuando la telerealidad no era el plato habitual de nuestras horas muertas, esta novela no hubiera tenido mucho más calado de lo habitual buscando paralelismos con la situación vivida en un campo de concentración cualquiera e, incluso, sería tildada de ciencia ficción.
Hoy ya no es ciencia ficción sino realidad pura sobre la insustancia proporcionada por lo que se supone un medio para distraernos. Muy recomendable para reflexionar en nuestro papel de televidentes-teleadictos, de cómo la intimidad se convierte en extimidad y de cómo ya hemos perdido la vergüenza y hablamos de todo y de todos, sin conocimiento y, lo peor de todo, sin respeto.

lunes, 27 de abril de 2009

23 DE ABRIL

EL MUNDO DE AYER. Memorias de un europeo.
El día del libro fue una excelente oportunidad para comprar este libro. Ya llevaba detrás de mi sombra buena cantidad de tiempo y decidí que ya era hora. Es una buena muestra del conocimiento de esa Europa en la que vivió y rezuma melancolía por cada página. Para mí Zweig es una delicia melancólica. Gracias a que me regalaron un libro de él, empecé a renovar mi espíritu lector. Me ha gustado muchísimo como biógrafo, como ensayista y como novelista. Toda una invitación a seguir línea a línea como si caminasemos por un sendero.

martes, 21 de abril de 2009

EN EL PAÍS DE LOS DIOSES


Lafcadio Hearn también era griego -por lo menos de nacimiento- pero acabó siendo un japonés en el inicio del siglo XX. Es un autor al cual llegué a través de Sweig y con curiosidad indagué sobre él y su obra. Acantilado nos ofrece constantemente deliciosas obras que nos permiten descubrir escritores semiocultos. Hearn nos trajo Japón y su cultura a Occidente y quien quiera sumergirse en su encanto debe empezar buscando referencias en él.

MUERTE EN ESTAMBUL

Quien tenga la oportunidad de ir a Estambul, como mi compañera y amiga Carmen, le recomiendo que la lea antes o durante su viaje. Es una estupenda guía monumental artística, gastronómica,... pero sin duda alguna es una guía que enmarca las relaciones sociales entre los griegos y los turcos, tanto en esta época como en el díficil pasado de la minoría griega en ese territorio. Es la vida de éstos la que da movimiento a esta novela que se orquesta a través de un "sencillo" caso para el inspector Kostas Jaritos.
Petro Markaris merece la pena ser leído y seguido.

sábado, 4 de abril de 2009

ROSENGGER

Uno va leyendo "El legado de Europa" de Sweig y se va dando cuenta lo afortunado que es al tener delante de los ojos a un autor inteligente, ávido lector, apasionado en la pluma y tan sereno en el tratamiento de cada uno de los personajes que hace desfilar por estas páginas. Como biógrafo no tiene rival, por supuesto. Transmite el fondo, la forma y el aura de cada personaje. Disfruta relatándonos sus entresijos, sus vulnerabilidades y sus destrezas. Ha sido un placer que todavía no he acabado porque no quiero que lo haga. He aquí unos de sus poemas favoritos de Rosenger, escritor austriaco.



Lo que la tierra me prestó
me lo reclama ya ahora,
se acerca para arrancarme pieza a pieza
suavemente del cuerpo.
Cuanto más yo sufría
Más bello el mundo se hacía.
Extrañamente cuanto yo conquisté
se me cae poco a poco de la mano.
Cuanto más ligero me hago
Tanto más pesado me siento.
“¿No puedes tú, tierra rica,
prescindir de mí?” te pregunto.
“No, de ti prescindir no puedo,
de ti tengo que construir otro,
contigo a otro he de alimentar,
con derecho a contemplar el mundo.
¡Pero consuélate en paz!
El otro también eres tú.

Rosengger
Petri Kettenfeir

martes, 24 de marzo de 2009

UN ASESINATO PIADOSO


J. M. Guelbenzu


Guelbenzu sigue trabajando en el personaje de Mariana de Marco, juez de una ciudad del norte, tanto en su vida personal como profesional. A mí, que me encanta el género de la novela negra, precisamente no me "encantó". Razones diversas atribuyo a esta falta de atracción: la trama podría salvarse pero no está bien entretejida y no resuelve porque no existe la tensión que caracterizaría a una obra de este género. Además, su marco geográfico -que es indudablemente Gijón- por supuesto no pertenece a Cantabria como él nos quiere hacer creer. Y con eso ya dije todo. Sería deseable que no fuera tan piadoso.

MENDEL, EL DE LOS LIBROS


"Precisamente yo, que debía saber que los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido"

Autor: Stefan Sweig

Obra: Mendel, el de los libros.


Pequeño libro delicatessen. Como un café, caliente e intenso. Permite una o varias reflexiones dependiendo del surco de la vida de cada uno o del propio recorrido del mismo. Si es en un principio, la opción será biográfica, y si es en el final la memoria volverá a nosotros intentando recordar nuestra propia experiencia. Sin ser duro no será blando para nuestro sentimiento. Reconocer la finitud de nuestra propia creencia de infinitud es la clave.

martes, 10 de marzo de 2009

Bloom y su no canon




El canon, una vez lo consideremos como la relación de un lector y el escritor individual y nos olvidemos de él como lista de libros, será idéntico a un Arte de la Memoria literario. Se ha convertido en una elección entre textos que compiten para sobrevivir y, al parecer, no es muy inteligente que se defienda como la encarnación de virtudes morales, que se suponen que puedan componer nuestros valores normativos y principios democráticos. La razón estriba en que los escritores occidentales más excelsos subvierten todos esos valores.
Realmente, leer a Shakespeare no nos va a hacer mejores ni peores, sólo nos puede enseñar a oírnos cuando hablamos con nosotros mismos.
Otros de los puntos importantes en Bloom es la crítica que hace a las instituciones intelectuales, culturales, académicas… Afirma que se están destruyendo todos los criterios intelectuales y estéticos de las humanidades y de las ciencias sociales en nombre de la justicia social. El aprendizaje esta siendo devaluado porque se considera irrelevante. El canon occidental pretende imponer límites, establecer un patrón de medida que no sea ni político ni moral, sin tener como objetivo incrementar las élites sociales preexistentes sino para que la persona encuentre el verdadero poder y autoridad estéticos.
También afirma que, a pesar de llevar una vida de lectura y reelectura es imposible recorrerlo dado que nadie tiene autoridad para precisarlo. A ello lleva el definir la mortalidad o inmortalidad de las obras literarias y sólo puede afirmar que Shakespeare es absoluto.

Harold Bloom, su autor, es el supercrítico supercriticado. Ha sido profesor de literatura en Harvard y en la actualidad ejerce como catedrático de Humanidades en Yale y de Literatura inglesa en Nueva York. Es ensayista y uno de los más importantes críticos de EE.UU. Merecedor del premio de la Academia Americana de Artes y Letras. No se encuentran comentarios en la red que estén de acuerdo con él pero, aún así, suele ser una referencia de peso por su erudición y dedicación al mundo literario.

Su libro Cómo leer y por qué es un repaso de las mejores obras clásicas de la historia de la literatura en los últimos 200 años y nos aporta una explicación detallada y concisa sobre los aspectos más relevantes que cada una de éstas y motivandonos a su lectura. De todas formas, no voy a ser menos, le criticaría su excesiva tendencia a lo anglosajón en detrimento absoluto de las letras hispanas.
No resulta indiferente y se aprende mucho si se quiere. Nadie puede obligar a seguir una directriz en un gusto pero, para poder hacerle frente a este autor, es obligado tener un buen nivel y exigirse mucho a uno mismo y a todo lo que caiga entre las manos. Es un reto no estar de acuerdo con buenos argumentos y no sólo con vagas opiniones. Leer a fondo a Milton, Dante, Shakespeare, ... requiere tiempo, meditación, soledad y paciencia. Factores que, actualmente, pocos pueden tener a su disposición. Tener un criterio requiere tiempo y madurez; las prisas en este negocio no dan ganancia en un corto plazo y el recorrido es ... , a pesar de Bloom, largo.


martes, 17 de febrero de 2009

La cabeza perdida de Damasceno Monteiro


"Y Manolo le explicó que era una localidad no demasiado lejana a Lisboa, hacia el interior, en la zona de Mafra, donde había una antigua capilla circular que se remontaba a los primeros cristianos del imperio romano, y era un lugar sagrado para los gitanos, porque los gitanos recorrían la Península Ibérica desde tiempos remotísimos, y todos los años, el quince de agosto, los gitanos de Portugal se reunían en Janas para una gran fiesta, era una fiesta de cantos y bailes, los acordeones y las guitarras no callaban ni un momento y los alimentos se preparaban en grandes braseros a los pies de la colina, y después, al llegar el ocaso, cuando el sol estaba en el horizonte, justo en ese momento, cuando sus rayos teñían de rojo la llanura que acababa en los acantilados de Ericeira, el cura que había celebrado la misa salía de la capilla para bendecir los animales de los gitanos (...) pero ahora que los gitanos ya no tenían caballos y se compraban horribles automóviles, ¿qué iban a bendecir? ¿o es que pueden bendecirse los automóviles que son de metal? Claro, a los caballos si no se les da cebada y sémola se mueren, pero los automóviles, si no hay dinero para echar gasolina, no se mueren y cuando se les echa gasolina arrancan de nuevo, por eso los gitanos que tenían algo de dinero ya no tenían caballos y se compraban automóviles, pero ¿es que podían bendecirse los automóviles?"

Antonio Tabucchi
La cabeza perdida de Damasceno Monteiro

En mi habitual visita por las bibliotecas recojo libros, que me miran con triste ojos de can semiabandonado, pero ... éste no es uno de ellos sino que ha sido un regalo envuelto de velada amenaza. Y allí me ves, leyendo su primer capítulo, in corpore presente, para convencerle de que seré obediente.

Ya metida en el fregado me sorprende desde su primera línea: prosa trabajada y ágil. Ideal para no ser dejado encima de la mesa de la cocina y empezar a preparar algún platillo para acompañar un asado, un guisado o ... un desaguisado.
Ay!! Qué me tengas que amenazar para leer a Tabucchi apartándome de mis lecturas programadas del XIX ...
Prosigo en la lectura y de un capítulo a otro saltamos de Lisboa a Oporto. Ya está aquí Oporto. Conocida mía desde hace mucho cuando no estaba tan remozada como ahora. Recuerdo mi primer paseo por las callejuelas cuesta abajo para alcanzar las riberas del Duero. Bajar por aquellas angosturas, nada soleadas y muy desagradablemente perfumadas de orines al torcer alguna esquina, volvieron a mi memoria sólo pocos años después cuando visité Nápoles. Por encima de nuestras cabezas se sucedían los tendales colgados con ropas húmedas y, algunas, todavía chorreantes. Los sonidos se debatían entre siseantes conversaciones a la mesa del almuerzo y alguna radio encendida. Estaba fascinada a la vez que desconfiada y temerosa. No fuera a salirme alguien de aquellos inmuebles con otra intención que no fuera la de saludar.

Una vez asomada al río miras hacia atrás y respiras aliviada de haber bajado porque para subir iba a preferir el elevador situado al otro lado del puente.
En sucesivas visitas a la ciudad fui ampliando los horizontes de la habitual visita bodeguera y los paseos por Santa Catarina. Descubrí el Oporto moderno en una visita a la Fundación Serralves, cuyo edificio fue diseñando por Siza. Desde ese punto de la ciudad la mirada da un salto hacia el Atlántico, y eso no se ve si sólo se visita el Viejo Oporto. Merece mucho la pena.



lunes, 2 de febrero de 2009

La impaciencia del corazón


"Hay dos clases de piedad. Una, débil y sentimental, que en realidad sólo es impaciencia del corazón para liberarse lo antes posible de la penosa emoción ante una desgracia ajena, es una compasión que no es exactamente compasión, sino una defensa instintiva del alma frente al dolor ajeno. Y la otra, la única que cuenta, es la compasión desprovista de lo sentimental, pero creativa, que sabe lo que quiere y está dispuesta a aguantar con paciencia y resignación hasta sus últimas fuerzas e incluso más allá".

Stefan Zweig "La impaciencia del corazón"


lunes, 26 de enero de 2009

Mi rostro tiene cuevas oscuras

Mi rostro tiene cuevas oscuras
que se llenan con la marea
cuando esa luna,
que sale a la traidora,
hace un gran agujero
en nuestro raso negro.
No me vistas ahora
porque sólo necesito
un leve viento que me eleve.

domingo, 25 de enero de 2009

Serenas olas

Tiempo de serenas olas que llegan a la orilla
y sonidos suaves que llegando a mi alma
relajan mi mundo de las ideas tormentosas.
Hasta que las campanillas de la tienda de la esquina
vuelvan a sonar pasará el tiempo,
lentamente, pero con conciencia.
Apaciguadora estela de sonidos
hasta que el rumor de mi respiración
sea sólo lo que se oiga.

martes, 13 de enero de 2009

Escapándose


"Desconocidos lugares estaban esperando y todavía seguía atado a la gran Idea. ¿Por qué perder el tiempo en un yermo? Podría haber visto inmensas llanuras y llenar el vacío con ellas. Conquistar caminando poco a poco y descansar en cualquier lado. Seguía allí mirándolos sin verlos y ellos creídos de que les hacía caso... Cerca estaría el momento de escaparles sin mirar atrás."

lunes, 12 de enero de 2009

REENTRÉ

"En los largos silencios de palabras encadenadas a su mirada, resistió el embate de aquel oleaje, no feroz pero sí inquietante. Dijo poco y bastó. Los síes sin esperanza desarmaban cualquier quite o cualquier reproche. Era imposible luchar contra él ¿Qué hubiera ganado? ¿Lo que ya tenía? Silencio y misericordia."

Curiosamente este texto ya lo había colgado pero, en mis continuos repasos, me doy cuenta exactamente del acento que había puesto en él.
Cielos!!!

Juguemos a juzgar

"Juzgar" es un término que admite dos significados distintos:

  • Subsumir clasificatoriamente de lo singular y particular bajo algo general y universal. Medir, acreditar y decidir lo concreto mediante criterios regulativos.
  • Situación en la que no hemos estado o visto nunca y para lo que no tenemos criterio y en donde sólo podemos apelar a la evidencia con nuestra capacidad humana y que tiene que ver con diferenciar y no con ordenar y subsumir. Es el juicio estético o de gusto, sobre el cual podemos discutir y llegar a un acuerdo porque ante lo que no conocemos sólo podemos opinar si esto o aquello la hubiera juzgado correcta o incorrectamente.

Cuando nos encontramos en situaciones no cotidianas, que irrumpen huracanadamente, nuestra capacidad de juzgar se ve mermada por el instinto de supervivencia en un ámbito concreto. No valen de nada los criterios familiares o culturales aprendidos. Sólo afecta a nuestra ansiedad de no perder el poder. Es lo que realmente nos moviliza. Tenemos siempre esa oportunidad de juzgar con facilidad sin ponernos en cada sitio y creernos que estamos en el oportuno sitio. Jueces de todo lo que se mueve y respira. ¡Cuánta razón llevamos! ¡Qué orgullosos estamos de nosotros mismos cuando juzgamos aquello por donde no hemos pasado! Cargamos con el hacha encima de nuestros hombros y vamos asestando aquí y allí. Qué triste!

domingo, 11 de enero de 2009

DE NOCHE VENDRÁS A HACERME COMPAÑÍA


"De noche vendrás a hacerme compañía, ...
Sólo el equilibrio que proporcionas a mi espíritu
basta para que una tibia sonrisa
quede apresada en mi rostro
antes de dejarse llevar por el sueño.
Mariposas y libélulas vuelan
tornasoladas en su espaciosa libertad,
mas tu amor sólo es capaz
de hacerme volar, desear y estar.
Dormiré buscando el secreto de tu pensamiento
enlazando con mis dedos tu ensortijado cabello."



viernes, 9 de enero de 2009

ROSA, ROSAE LAS DESEADAS

Mehmet II

Además de guerrero, poeta y patrono de las artes, el conquistador de Constantinopla fue también un acérrimo aficionado de la jardinería. Tenía una especial predilección por las rosas, a punto tal que, en uno de los retratos con que se le conoce, aparece con una de ellas en sus manos. Y una de sus "rosas" más deseadas será Constantinopla.

Mehmed II, al fín conquista la bella Constantinopla y marca el final del Imperio Bizantino, el gran intermediario entre Oriente y el Mediterráneo.
Hegel (1770—1831) escribe en su Curso de Historia de la filosofía: El Imperio bizantino estaba en el interior desgarrado por pasiones de toda suerte y en el exterior amenazado por los bárbaros, a quienes los emperadores sólo podían oponer una débil resistencia. El Estado se encontraba en una situación continuamente peligrosa, y nos ofrece un repugnante cuadro de flaquezas donde las pasiones miserables, e incluso absurdas, no dan nada grande, ni en las ideas, ni en los actos, ni en las personas. Revueltas de jefes, caídas de emperadores, arrastrados por aquellos o bien por las intrigas de los cortesanos; muertes o envenenamientos de soberanos debidos a sus propias esposas o a sus hijos, mujeres dando libre curso a toda clase de deseos y rebajándose a hechos deshonrosos, tales son las escenas que desarrolla ante nuestros ojos esa historia, hasta que el decadente edificio del Imperio romano de Oriente es demolido a mediados del siglo XV por la vigorosa potencia de los turcos”.

DEFENDER LA LIBERTAD PROPIA


"Más ciudadano ya de la eterna república del espíritu que de la de Roma, a la que la dictadura de César ha castrado, su vida ahora parece la de un filósofo. El maestro de la justicia terrena ha aprendido por fin el amargo secreto de que al fin y al cabo acaba enterándose todo aquel que se dedica a la actividad pública. Que a la larga no se puede defender la libertad de las masas, sino únicamente la propia, la libertad interior" .


Obra: Momentos estelares de la Humanidad
Autor: Stefan Sweig





Existen escritores que nos permiten sentir la Historia y sus personajes cercanos y Sweig consigue a la perfección entender la propia cotidianiedad con la sentida en aquel momento por Cicerón en aquel lugar, en aquel momento ... tan lejanos. Quien no sea un gran aficionado a la Historia con mayúscula quizás encuentre aquí una mano tendida que le invite no sólo a un té sino a un banquete.

miércoles, 7 de enero de 2009

Obsesiones masculinas

"Su vida, que sobrepasaba ya los sesenta y cinco años, con todos sus encuentros y desencuentros, felices y dolorosos por igual, giraba en torno a una sola obsesión: las mujeres. Era una de esas personas que se encuentran completamente a merced de los voluptuosos encantos femeninos. Las mujeres no eran para él un deseo que se enciende, se colma y se consume, no. Representaban como variado es su cuerpo: senos prominentes y robusto, con pezones protuberantes como apetitosas uvas; traseros jugosos y ondulantes que aguardaban su violento ataque sorpresa por la espalda; labios carnosos que sorben los besos y suspiran de placer; el cabello en todas sus manifestaciones (largo, suelto y liso; salvaje y con trenzas enmarañadas; media melena, al clásico estilo familiar, o esos cortes á la garcon que le inspiraban extrañas fantasías sexuales); los ojos, ¡ay!, esas miradas sinceras o traicioneras, descaradas o tímidas, incluso las de reproche, enfado y rechazo. ¡Qué hermosas!"


Obra: El edificio Yacobián
Autor: Alaa Al Aswany


Ultimamente Egipto fue convirtiéndose también en una obsesión. La fascinación que nos causa el período del Antiguo Egipto fue adentrándonos poco a poco en la selva de dioses, faraones, monumentos y jeroglíficos. Buscando libros apropiados para los pequeños lectores (encontré gran cantidad) apareció esta novela, considerada como una excepcional obra de la narrativa árabe contemporánea, cuyo estilo me recuerda a mi adorado Naguib Mahfuz. Tiene su réplica en cinta cinematográfica. Veremos si responde a las expectativas. De momento, en un reciente reportaje sobre el Cairo actual sí que la veo bastante reflejada. Creo que nuestro viaje a Egipto esperará todavía un tiempo.





martes, 6 de enero de 2009

La desmemoria

"El miedo seca la boca, moja las manos y mutila.
El miedo de saber nos condena a la ignorancia;
el miedo de hacer nos reduce a la impotencia".
Eduardo Galeano.

Esta cita es de "El libro de los abrazos".

A veces, cuando visito las librerías, hay libros que quieren ser llevados para que sean mecidos en nuestros brazos como hacíamos con nuestros pequeños hijos. Y este apareció, me sonrió y se quiso venir conmigo. De vez en cuando lo abro y leo pequeños pasajes, que me dan luz cálida y me hacen sonreir.