lunes, 5 de septiembre de 2011

EL SECRETO DEL CALÍGRAFO

En mi caso decidir sobre la compra, a estas alturas, de un libro me lleva largo plazo, ya que todo lo que ofrecen es prescindible. Las bibliotecas son un buen refugio de los bolsillos poco llenos, a la vez que te permiten dilucidar entre obras de rápida lectura que te dejan la barriga llena por unas horas o ... como este es el caso: un texto fresco, que ofrece las pinceladas necesarias para saber que el cuadro que se nos presenta tiene sabor a Naguib Mahfuz o Alaa Al Aswany. Damasco como frente y toda la cultura que se transmite por la caligrafía como fondo. Cierto que no se le puede perdir más de lo que nos ha ofrecido: la abierta curiosidad por saber algo más de lo que hemos leído.