miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL ROJO ES MI PASIÓN

KASIMIR MALEVICH, Caballería roja (1928-1932) Oleo sobre lienzo. Museo Ruso, San Petersburgo.

Por Dios!!! NO ESTÁ EN IKEA.


Seguimos en el sueño de aquella revolución, que fue y que muy dificil será que se produzca en estos penosos términos en los que nos hallamos.
1917. Casi un siglo después -siete años pasan muy pronto- los comunistas ya no tienen poder. Pero en esa  fecha sí. Y los dirige Lenin y un programa revolucionario -actualmente las revoluciones están sólo en las hormonas adolescentes y para ello en el botellón-: se reparten las tierras a los campesinos, se nacionalizan los bancos y las industrias ( ¡QUE VENGA CHAVEZ!) y se ocasiona un alzamiento militar apoyado por sectores diversos: económicos, politicos, militares....
Los militares se respaldan de las potencias europeas -que temían que aquello se desmadrase- y forman el Ejército Blanco, en donde incluiremos cosacos, checoslovacos, oficiales zaristas y fuerzas de izquierda contrarias a los ROJOS, comandados por Trotski -muy disciplinado y amante de la eficacia de lo que se supone militar- .
SOLUCIÓN:  GUERRA HASTA 1921.
RESOLUCIÓN: Aluvión de víctimas militares y civiles.
¿QUIÉN GANA? EN ESE MOMENTO LE TOCÓ ALL COMUNISMO.
MEDIOS= Gestión despiadada y centralizada del poder.
SI NO RESPONDES A LO QUE SE TE REQUIERE, ESTÁS MUERTO.

Vamos al arte que, para eso estamos: La vanguardia de los artistas rusos se pone al servicio de la revolución -estoy convencidísima que algunos por su propia convicción y otros porque los obligaron (la vida es así!) y los que detentan el poder apoyan esta subversión radical que los lenguajes hacen de las vanguardias. Situémonos.¡ Es normal! Una época de cambios en cualquier persona convencional hace que su vida gire 180º, pues, imaginémonos a los artistas. Con una vida emocional  más sensible y por la que se guían, sufren de esta misma manera, pero girando otros 180º.  

Malevich es un teórico de la vanguardia suprematista que en  los años 20 desempeña cargos públicos y de enseñanza. Los tiempos cambian. El realismo socialista como única expresión artística llega diez años después y es detenido. Se le critica.Hay que comer, hay que sobrevivir, ... Para Cristo ya hubo uno y decide volver a lo figurativo. DA SU BRAZO A TORCER y, en esta obra, esa fina línea de jinetes quiere decirnos que vuelve al ideal revolucionario, a pesar de su dura persecución.

La vanguardia. La tradición. ¡Qué difícil escoger! ¿no?

Ordenar una carga de caballería sobre un fondo vacío -un cielo tan blanco ¡sorprendente!- y que cabalgan sobre un suelo tan lineal, muy definido, tres trazos de pincel (negro, rojo, blanco, verde, ... y vuelve al blanco,  rojo, negro ). Da que pensar.
Son elementos muy abstractos de aquella vanguardia suprematistas y que se combinan con figuras reales (jinetes a la carga de un imaginario enemigo???)

Tengo una colega que un día me dijo: "Creí que a cierta edad, la madurez nos daba por pensar ... Pero, ¿sabes? Eso es mentira". Hoy me lo volviste a decir. Ha sido increible. Menos mal que hay artistas ¿no crees?



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