domingo, 19 de diciembre de 2010

BALADA TRISTE DE TROMPETA

Excesiva, inclasificable y llega a ser hasta ... extraña. No dudo que a los aficionados al cine de este director les entusiasme. Llevarán ración doble de postre para casa el día que vayan a verla.
Para mí gusto está sobrecargada y salta a la vista que Alex ha tenido todos los medios  y presupuesto, habidos y por haber, a su disposición. Ya se lee en los créditos de comienzos de la película que España paga religiosamente.
Una ya no espera que cuando paga la entrada vaya a ver algo amable sino violento, convulso, grimoso y gore a tope. Y, por supuesto, Alex de la Iglesia se supera con creces.
De todas formas uno no se arrepiente de verla . Mejor. No vende humo sino su propia y real visión.

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