martes, 7 de diciembre de 2010

ADIOS A LA VERDAD

 GIANNI VATTIMO ha hecho una simplificación tal de sus reflexiones que a sus admiradores les va a dar algo. Y no bueno precisamente.
He ahí un libro de apenas 160 páginas en donde no nos aporta nada nuevo sobre la VERDAD. Realmente ni dice de qué se trata y sólo -como es previsible y hasta entendible- ofrece su clasificación y su tipología.
El concepto es tan complicado que se limita a abordarlo a través de sus definiciones: miles por doquier, a cual más complicada, contradictorias y sin conclusiones.
       El libro se divide en tres partes:
  • Verdad versus mentira. Personalmente este concepto lo planteé en una reunión de tipo familiar y la afirmación rotunda era que sólo existía una verdad, la única verdad. Extraña mucho porque es saltarse olímpicamente conceptos tales como la tolerancia, el acuerdo, el consenso, la interpretación. Para esto no hace falta dedicarle 54 páginas y todo el bagaje filosófico reunido año tras año.
  • Futuro de la religión. Su ánalisis de que la Iglesia Católica observa a la modernidad con desconfianza y como enemiga es como lo que está sucediendo actualmente con el tema de Wikileaks. Es sabido por todos, comentado por todos y da exactamente igual.
  • Adios a la verdad, adios a la filosofía. Hemos llegado al final del ciclo porque el orden racional en donde existe la causa y el efecto -que mueve a todos los individuos en definitiva- porque ya ha finalizado su ciclo. Para lo cual menciona "el colonialismo europeo y al imperialismo como los modos por los que la metafísica se convirtió en el orden del mundo".
Pero la  humilde opinión no creo que sirva de mucho pues, a continuación, expongo lo que la editorial aporta al tema: hay que vender que estamos muy mal en este sector y nos viene el libro electrónico detrás empujando:
          "En este nuevo trabajo Gianni Vattimo nos demuestra como la verdad se ha transformado en la representación más encumbrada de la cultura contemporánea. La filosofía, la religión y la política pero también, y fundamentalmente, nuestra experiencia cotidiana están signadas por una particular valorización de la verdad. Sin embargo, la cultura de nuestra sociedad occidental es cada vez más pluralista. La información y la comunicación son un juego de interpretaciones, los políticos se permiten eludir los compromisos éticos -y por lo tanto también el deber de la verdad- sin que nadie se sorprenda. A pesar de todo, como lo demuestran cotidianamente los debates políticos, nuestra sociedad “pluralista” todavía cree en una idea “metafísica” de la verdad como correspondencia con los hechos objetivos y en la ilusión de un acuerdo basado en “hechos”. Separándose de los reclamos por una política inspirada en el conocimiento científico y en sus lazos directos con la economía y la tecnología, Gianni Vattimo afirma que el único horizonte de la verdad política de nuestros días es la construcción de las condiciones epistemológicas para el diálogo social e intercultural…”

1 comentario:

  1. El comentario anterior debería estar publicado aquí.

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