miércoles, 30 de marzo de 2011

NIEMEYER - CENTRO CULTURAL INTERNACIONAL DE AVILÉS

Las formas de la mujer, la ciudad de Río y los vaivenes de la política son las curvas que han inspirado la monumental obra, en generosidad y en tiempo, de Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907). Una obra en la que, así lo decidió el artista un buen día, la vida manda sobre la arquitectura. Y esa premisa inspira sus 457 construcciones dispersas por todo el mundo. Entre otros, el primer edificio del artista en España, el Centro Cultural Internacional de Avilés (Asturias).


 La revolución de las formas instigada por Niemeyer está ligada a su descubrimiento de la capacidad moldeable del hormigón armado. Así se puede ver desde sus primeros trabajos fechados en 1936, como la sede del Ministerio de Educación en Río. Aunque es con el proyecto de la sede de la ONU, en 1940, cuando ensaya a fondo con las posibilidades del hormigón.



El modernismo de Niemeyer está caracterizado por su famoso culto a la curva, pero también, precisa el comisario, por su afán de integrar sus construcciones con el entorno. La vegetación está siempre integrada y es cómplice de los edificios y del uso que se les va a dar. Las grutas naturales, por ejemplo, forman parte de sus edificios más emblemáticos

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