Un libro muy recomendable le guste o no a uno el flamenco.
Comentaba con un amigo esta mañana lo curioso que resulta cuando uno averigua lo que sólo con los ojos ha podido ver y, resulta, que no era así sino mucho más complejo.
Cada tacón que golpea el suelo marca la gran distancia del conocimiento.
Es justo ir más allá para dar mérito a lo que la vista ha alcanzado porque ella te engaña y envuelve la verdad.
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