Los cumplidores Reyes Magos mandaron por correo certificado desde su Oriente uno de los deseos de una de sus más humildes servidoras: un libro fresco de un autor que, quizás, muchos no conozcan. Tusquets ya nos avanza sobre uno de los más grandes escritores holandeses contemporáneos que, además de profesor de geografía en la Universidad de Groninga, era poeta y novelista. Sus obras reflejan una generación sacrificada por la guerra. Maestro del contraste y de la paradoja, publicó La cámara negra de Damocles (1958), su obra maestra, Mandarines del ácido sulfúrico (1963), Entre profesores (1975) e Innumerables millones (1981).
Esta obra comienza con una cita de Newton que a mí me da para pensar durante horas y horas mirando por mi ventana el recto horizonte : "I do not know what I may appear to the world, but to myself I seem to have been only like a boy playing on the sea-shore, and diverting myself in now and then finding a smoother pebble or a prettier shell than ordinary, whilst the great ocean of truth lay all undiscovered before me."
"No sé cómo me verá el resto del mundo, pero yo tengo la impresión de no haber sido más que un niño que juega a la orilla del mar y se divierte encontrando de vez en cuando un guijarro más liso o una concha más bonita que de costumbre, mientras el gran océano de la verdad se extiende ante él, inexplorado".
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