

Al finalizar el día, cuando los espíritus se serenan y las tareas declinan, comienza el momento de recuperar fuerzas y momentos claves del devenir que supuso la jornada. Reflexiones personales sobre las cosas que pasan aquí y ahí, en el exterior y en el interior. La palabra necesita del corazón para que sea inteligente: necesita palpitar y sentirse viva.
martes, 17 de febrero de 2009
La cabeza perdida de Damasceno Monteiro

lunes, 2 de febrero de 2009
La impaciencia del corazón

lunes, 26 de enero de 2009
Mi rostro tiene cuevas oscuras
que se llenan con la marea
cuando esa luna,
que sale a la traidora,
hace un gran agujero
en nuestro raso negro.
No me vistas ahora
porque sólo necesito
un leve viento que me eleve.
domingo, 25 de enero de 2009
Serenas olas
martes, 13 de enero de 2009
Escapándose

lunes, 12 de enero de 2009
REENTRÉ
Curiosamente este texto ya lo había colgado pero, en mis continuos repasos, me doy cuenta exactamente del acento que había puesto en él.
Cielos!!!
Juguemos a juzgar
"Juzgar" es un término que admite dos significados distintos:
- Subsumir clasificatoriamente de lo singular y particular bajo algo general y universal. Medir, acreditar y decidir lo concreto mediante criterios regulativos.
- Situación en la que no hemos estado o visto nunca y para lo que no tenemos criterio y en donde sólo podemos apelar a la evidencia con nuestra capacidad humana y que tiene que ver con diferenciar y no con ordenar y subsumir. Es el juicio estético o de gusto, sobre el cual podemos discutir y llegar a un acuerdo porque ante lo que no conocemos sólo podemos opinar si esto o aquello la hubiera juzgado correcta o incorrectamente.
Cuando nos encontramos en situaciones no cotidianas, que irrumpen huracanadamente, nuestra capacidad de juzgar se ve mermada por el instinto de supervivencia en un ámbito concreto. No valen de nada los criterios familiares o culturales aprendidos. Sólo afecta a nuestra ansiedad de no perder el poder. Es lo que realmente nos moviliza. Tenemos siempre esa oportunidad de juzgar con facilidad sin ponernos en cada sitio y creernos que estamos en el oportuno sitio. Jueces de todo lo que se mueve y respira. ¡Cuánta razón llevamos! ¡Qué orgullosos estamos de nosotros mismos cuando juzgamos aquello por donde no hemos pasado! Cargamos con el hacha encima de nuestros hombros y vamos asestando aquí y allí. Qué triste!
domingo, 11 de enero de 2009
DE NOCHE VENDRÁS A HACERME COMPAÑÍA

viernes, 9 de enero de 2009
ROSA, ROSAE LAS DESEADAS
Además de guerrero, poeta y patrono de las artes, el conquistador de Constantinopla fue también un acérrimo aficionado de la jardinería. Tenía una especial predilección por las rosas, a punto tal que, en uno de los retratos con que se le conoce, aparece con una de ellas en sus manos. Y una de sus "rosas" más deseadas será Constantinopla.
Mehmed II, al fín conquista la bella Constantinopla y marca el final del Imperio Bizantino, el gran intermediario entre Oriente y el Mediterráneo.
DEFENDER LA LIBERTAD PROPIA

Obra: Momentos estelares de la Humanidad
Autor: Stefan Sweig
miércoles, 7 de enero de 2009
Obsesiones masculinas

Obra: El edificio Yacobián
Autor: Alaa Al Aswany
Ultimamente Egipto fue convirtiéndose también en una obsesión. La fascinación que nos causa el período del Antiguo Egipto fue adentrándonos poco a poco en la selva de dioses, faraones, monumentos y jeroglíficos. Buscando libros apropiados para los pequeños lectores (encontré gran cantidad) apareció esta novela, considerada como una excepcional obra de la narrativa árabe contemporánea, cuyo estilo me recuerda a mi adorado Naguib Mahfuz. Tiene su réplica en cinta cinematográfica. Veremos si responde a las expectativas. De momento, en un reciente reportaje sobre el Cairo actual sí que la veo bastante reflejada. Creo que nuestro viaje a Egipto esperará todavía un tiempo.
martes, 6 de enero de 2009
La desmemoria
El miedo de saber nos condena a la ignorancia;
el miedo de hacer nos reduce a la impotencia".
Eduardo Galeano.
Esta cita es de "El libro de los abrazos".
A veces, cuando visito las librerías, hay libros que quieren ser llevados para que sean mecidos en nuestros brazos como hacíamos con nuestros pequeños hijos. Y este apareció, me sonrió y se quiso venir conmigo. De vez en cuando lo abro y leo pequeños pasajes, que me dan luz cálida y me hacen sonreir.