domingo, 27 de enero de 2013

LINCONL - DAY LEWIS



         Observen: feos a morir. Sí. Esa es la opción que dan a primera vista. Desde luego, nada como Hollywood para conseguir semejante parecido. 
       Una película digna de ver. Perdón a todos aquellos que le pareció un tostón, que también tienen algo de razón. Realmente aquel que esperaba ver algo de la contienda histórica, sólo se encontrará con otro tipo de lucha : la dialéctica y la marrullera, por supuesto. Quizás lo que viene a diferenciar es que todo vale si el objetivo es tan elevado como la supresión de la esclavitud.Y ¿qué se espera de la política? El interés puro y duro. No sorprende que los votos se vendan por puestos en ese futuro yermo que le espera al candidato que se sabe no elegido en la siguiente. Si esto aquí es el pan que nos llevamos al diente todos los días.
Personalmente, el tiempo de la película no me pareció excesivo. Se recrea un pasaje histórico de una lucha real, muy intensa. Los intereses dados y encarnizados entre los vasallos de lo económico -porque la esclavitud tiene esa explicación- y los idealistas de una nueva idea en el XIX. Trasladar una batalla de ese calibre a la actualidad no es complicado porque está ya dada y da frutos inversos. Es triste pero es así. De una política que quiere  conseguir derechos para todos -libertad e igualdad ante la ley- a otra de signo contrario: pérdida de los derechos conseguidos y adquiridos por generaciones de luchadores: el derecho a un trabajo digno, a una sociedad más justa e igualitaria.
 

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