
El dibujo es muy bueno, da ganas de ponerse a copiar y dibujar muchas de las escenas, y el guión engancha igual que las teleseries de los 80.
Al finalizar el día, cuando los espíritus se serenan y las tareas declinan, comienza el momento de recuperar fuerzas y momentos claves del devenir que supuso la jornada. Reflexiones personales sobre las cosas que pasan aquí y ahí, en el exterior y en el interior. La palabra necesita del corazón para que sea inteligente: necesita palpitar y sentirse viva.